martes, 1 de mayo de 2012

Un punto de vista diferente



Un punto de vista diferente 


Aunque ya paso como un mes después de Semana Santa, aun así quería compartir algo relacionado con el tema que cambio mi perspectiva: 
Yo estaba acosta en el sillón de la sala viendo la televisión cuando mi mama llego y agarro el control remoto y sintonizó un canal religioso nacional, en él estaban transmitiendo una sección del programa que es la reflexión de el evangelio del día a cargo de un padre, realmente yo no tenia muchas ganas de escucharlo, pero aun así me quede para ver que era lo que iba a decir, el evangelio de ese día decía así: 

María Magdalena estaba llorando afuera, cerca del sepulcro. Mientras lloraba se agacho sobre el sepulcro, y vio a dos ángeles de blanco, sentados, uno a la cabecera y el otro a los pies, en donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le dijeron: “Mujer, ¿Por qué lloras?” Les respondió: “Porque se han llevado a mi Señor, y no sé donde, lo han puesto.” Al decir esto miro por detrás y vio a Jesús de pie, pero no le reconoció. Le dijo Jesús: “Mujer, ¿Por qué lloras?, ¿a quien buscas?” Ella, creyendo que seria el cuidador del huerto, le contesto: “Señor, si tu lo has sacado, dime donde lo pusiste y yo me lo llevare”. Jesús le dijo: “María”. Entonces ella se dio vuelta y le dijo: “Rabboní”, que en hebreo significa “maestro mío”. “Suéltame, le dijo Jesús, pues aun no he vuelto donde mi Padre: anda a decirles a mis hermanos que subo donde mi Padre, que es Padre de ustedes; donde mi Dios, que es Dios de ustedes”.
(Juan 20, 11-18)

Lo que me llamo la atención fue que el Padre que hizo la reflexión le dio un punto de vista diferente al que yo siempre había escuchado que le daban a esa lectura, él dijo: que muchas veces estamos tan sumergidos en nuestro dolor que aunque le estemos pidiendo a Dios que se haga presente y que nos ayude no le reconocemos, muchas veces de alguna manera aunque no nos demos cuenta, nos acostumbramos a permanecer en dolor, lo que nos ciega nuestros ojos para poder ver al Dios verdadero que esta a nuestro lado, ese Dios que siempre a estado allí pero que no lo reconocemos. También dijo algo muy importante: que a medida que fuéramos tratando de no sumergirnos tanto en el dolor y reconociéramos a Dios también íbamos a poder reconocer a nuestro prójimo y poder ver el dolor de él y ayudarlo a reconocer también a Jesucristo y así ir cambando a los demás enseñándoles que nunca deben de sentirse abandonados porque realmente nunca lo están.

Estaba buscando un video con la canción “Huellas en la arena”, que te hace reflexionar y darte cuenta que aun en los momentos mas difíciles tu no estas solo, cuando me tope con este video, como veras el titulo dice: reflexión para cuando estés  triste, pero no solo cuando estés triste sino también cada vez que puedas y que quieras recordar todo lo maravilloso que tienes por ÉL. 

 Reflexión para cuando estés  triste

1 comentario:

  1. Creo que tienes mucha razón en cuanto a que tantas veces tenemos a Dios junto a nosotros pero no lo reconocemos porque es el rostro de nuestro vecino, amigo, pariente, etc. Recordemos que el Señor dice lo que has hecho por estos mis hermanos lo haces por mi.

    Rafael Figueroa

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